En la prehistoria, la fertilidad del suelo y la abundancia de la fauna atrajeron a numerosos grupos de recolectores y cazadores que ocuparon esta basta zona hace cerca de 12.500 años, se han encontrado vestigios de esta ocupación.
En el siglo XVI existieron en esta región cundinamarquesa 5 organizaciones principales: La confederación de Bacatá (Bogotá), de Hunza (Tunja), De Iraca o Sugamuxi, de Tundama , De Guanenta, siendo la mas fuerte la de Bacata que ocupaba las 2/5 partes del territorio de los muiscas. Comprendía las tribus de Simijaca, Guacheta, Ubaté, Chocontá, Nemocom, Zipaquirá, Suba, Ubaque, Tibacuy, Fusagasugá, Pazca, Subachoque, Caquezá, Teusaca, Tosca, Guasca, y Pacho.
A la llegada de los españoles, el pueblo muisca estaba asentado en esta basta región y había logrado desarrollar un sistema económico y social que influjo de manera definitiva en el modo de ser y de actuar de las generaciones sub-siguientes hasta nuestros días. En la Idiosincrasia de las gentes del altiplano Cundí-Boyacenses en general y de los pobladores de Simijaca en particular se articulan armoniosamente la herencia Chibcha con el legado del pueblo conquistador.
Simijaca o Simixaca, fue una de las tribus indígenas llamadas Muiscas y más tarde Chibchas, cuyo nombre significaba “ Nariz o Pico de Lechuza”.
Estos indios (Sutas y Simijacas) afrontaron las tropas españolas del capitán HERNÁN PÉREZ DE QUESADA en 1.541, quien mando al Capitán JUAN CÉSPEDES al frente de dos compañías de infantes,
según el cronista FERNÁNDEZ DE PIEDRAHITA.